Mirando en la caja de recuerdos universitarios de la que hablé el otro día, me he encontrado con esto. Sin quererlo, terminábamos así. Habrá que repetirlo alguna vez...
Ella – Aquí en Madrid soy una persona formal, aunque no te lo creas
Él – Probablemente, pero tu mente debe ser decente en lo referente a un descanso urgente
Ella – En lo referente a un descanso urgente mi mente no puede ser decente porque casualmente la gente preferente de repente es demasiado incandescente
Él – Y esa incandescencia descendente, ¿como de indecente es para la paciencia urgente de la gente preferente?
Ella – El problema está en que esa incandescencia descendente no es tan indecente para la paciencia urgente de mi gente preferente. La incandescencia es mía cuando bebo de repente y lo indecente se convierte en urgente
Por otra parte, si ahora mismo nos diéramos cuenta de todo lo que pasa a nuestro alrededor, ¿nos pondríamos malos? ¿Podríamos tener una indigestión de realidad? Después de leer en un libro estas tres palabras: “indigestión de realidad”, me he dado cuenta de que sí es posible y que no es nada difícil tenerla de vez en cuando... De hecho, creo que ahora mismo estoy teniendo una...
Mayoría de edad
Hace 2 años
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